miércoles, 16 de noviembre de 2011

Catoira

Bajo un moderno viaducto, que atraviesa el río Ulla, se encuentran las Torres do Oeste, que son las ruinas actuales de diferentes asentamientos. Primero fue un castro y luego una construcción romana. En el siglo X se refuerzan las Torres para defender el acceso ante las incursiones normandas. En el siglo XII era un recinto formado por siete torres amuralladas y una capilla dedicada al Apóstol Santiago. Durante el s. XVIII las murallas aún se mantenían en pie y sirvieron para defenderse de los ataques ingleses. A partir del siglo XV pierden su función y entran en decadencia. 


 Estas torres fueron declaradas Monumento Nacional y exhiben su grandeza el primer domingo de agosto, cuando se celebra la Romería Vikinga que, declarada Fiesta de Interés Turístico internacional ,recuerda el pillaje de los guerreros normandos sobre los pueblos costeros de la ría de Arousa. Actualmente se conservan sólo los restos de dos torres, parte de una tercera y la capilla románica, reconstruida.




La Romería Vikinga rememora la presencia de los piratas nórdicos en nuestras rías en la Alta Edad Media y su frustrada invasión de Santiago. Se realiza un espectacular simulacro de desembarco desde un navío reproducción de los viejos drakar vikingos, acabando el acto con una multitudinaria fiesta gastronómica.

Los vikingos son jóvenes de la localidad debidamente disfrazados con pieles, escudos, hachas de guerra y esos cascos con cuernos característicos de la tropa normanda. El drakkar utilizado es una esmerada copia de os que utilizaban estos piratas para surcar los mares y hacerse con nuevas tierras y tesoros.


Al llegar a las Torres, Los asaltantes toman tierra y se produce una lucha sin cuartel. Vikingos y cristianos reproducen una espectacular batalla en la que la sangre se sustituye por el Vino Tinto.

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